Finalmente estamos de vuelta.
Las espectativas eran muchas,desde que por primera vez estuvimos en la VII versión del festival internacional de Gravataí.
Llegamos a Porto Alegre con bastante atraso tras una demora en Uruguay, pero, las ganas de estar por fin en Brasil, eran más y una vez que aterrizamos la ansiedad y alegría superaron todo agotamiento.
Un día nublado que se repetiría en toda nueastra estadía no opacó el calor del abrazo del presidente del Festival Regis Marques, quien nos recibió afectuosamente.
Salimos de Porto Alegre rumbo a Gravataí y llegamos tras 25 mnts de recorrido en bus en el que Regis nos fue contando parte de la historia de la ciudad.
Nuestra estadía fue confortable, llena de pequeñas historias, y con amigos que nos ayudaban en todo.
Nuestra amiga VIVI , nos contagió con su alegría, con su cariño, dándonos siempre una palábra bonita y de ánimos después de cada presentación.
MARCELO, que nos sorprendió con su personalidad, su claridad al hablar frente a público y para manejar situaciones a pesar de sus 16 años, nos conmovió su sonrisa su apoyo y sus lágrimas mientras cantábamos Viva Chile,
SAPAO, quien en las noches compartió nuestros momentos de relajo, y que no pudo dormir en varias ocasiones por nuestros cantos de amanecida, y que además nos regaló unas caipiroskas en una noche imborrable que culminó cerca de las 7 de la mañana,pero él siempre tuvo para nosotros un "obrigado".
Las personas que componen el grupo DCG PROVINCIA QUERO QUERO, son personas increíbles que aman el folclore y lo demuestran cada día, en la fiesta de integración bailaron junto a todos los cantos gaúchos contagiando esa alegría a todos los grupos.
Finalmente VIENTOS DE CHILE, vivió 6 días irrepetibles, maravillosos, sin sol, pero con el calor que diariamente nos entregó la organización del festival.
En nuestra despedida muchos no pudieron contener sus lágrimas y eso es porque compartimos con personas que al igual que nosotros vibran con los cantos de su tierra.
Solo podemos decir gracias Regis, Vivi, Marcelo, Sapao, y esperemos que la vida nos reencuentre nuevamente en medio de nuestros cantos y bailes.
Vientos de Chile